¡La mayor verdad que conozco es que
Dios ha hablado!  Y así se ha dado a conocer.

No había razón para que El lo hiciera; así que no tenía que hacerlo. No tenía ninguna necesidad:
no estaba obligado a hacerlo. Oh, ¡qué gracia!

 

Todo lo que El ha dicho es que lo que quiere que conozcamos se encuentra en su Palabra
Escrita. Todo lo que le dijo a
Sus criaturas no ha sido grabado, pero todo lo que necesitamos saber si. El gran
problema para entender lo que El ha dicho se debe al hecho de que la gente intenta
razonar de lo particular a lo general. . El principio fundamental
en la ciencia de la lógica, con el cual encontraremos dificultades, es este: “No podemos razonar
de lo particular a lo general.” La violación de este principio
de la lógica es la raíz del mal entendimiento de parte del hombre, y la mala aplicación de lo que Dios ha dicho.

La confusión surge al observar pasajes particulares de las Escrituras e intentar
generalizar el propósito de Dios y el plan para todos los tiempos. Su mensaje debe ser observado
desde lo general y luego razonado en lo particular.

Es con la fe en lo que Dios ha dicho que nosotros
entendemos que las edades fueron ajustadas y administradas por El,
de forma que lo que se ve a simple vista no es el resultado de lo que
aparece en la superficie y no puede ser juzgado o explicado por la apariencia exterior.
En palabras sencillas, “las cosas no son siempre lo que parecen.”

El ha dado a conocer por medio de Su Palabra las cosas a partir de las cuales la Historia
toma un orden, de forma que debemos conocer algunas de las cosas en relación con los tiempos
y dispensaciones
,
tan pronto suceden una tras otra. Por lo tanto, podemos aprender a entender algunos de Sus principios de administración establecidos para cada tiempo y dispensación.

 

DIOS HA HABLADO      
                              

 

DIRECTAMENTE-Hubo una época cuando El le habló
directamente a los hombres por separado.
El habló directamente a individuos, como Adán. Enoch, Noé, Abraham y Moisés.
El Libro del Génesis nos dice que El habló a los individuos cuando habló directamente.

POR MEDIO DE LOS PROFETAS-Desde el Exodo hasta Malaquías
incluyendo Mateo 1:1-3:12 notamos que Dios habló a los padres de los Hebreos. Sin embargo,
El habló a “los Padres” POR MEDIO DE

LOS PROFETAS de Israel (Hebreos 1:1). El gran hecho es que El eligió hablar a los ancestros de los
Hebreos por medio de los profetas – no por medio de sacerdotes. Los profetas hablaron a los
Hebreos, no a los Gentiles. Lo que Dios dijo por medio de los profetas, desde Moisés hasta Juan el
Bautista, se limitaba a Israel. Dr. Bullinger bien dijo, “Si leemos sobre esas personas
y aquellos principios de administración en esta asignación, estamos hablando de lo que Dios dijo
por medio de los profetas, para y en relación con los padres, y leerlo en consecuencia como si fuera a nosotros da como resultado: CONFUSIÓN.”

POR MEDIO DE SU HIJO – Después que Dios habló por medio de los profetas
El habló de nuevo, en “estos últimos días”
(Hebreos 1:2). No en los últimos días en que vivimos, sino en los días de esa administración.
El mensaje por medio de SU HIJO fue “para con los” Hebreos, no nosotros los Gentiles. Las palabras del Hijo
no fueron Sus palabras sino las de los Padres (Juan 7:16; 8:28; 8:46-47; 12:49; 14:10: 24; 17:8).
El sólo “inició” (Hechos 1:1) su maravilloso mensaje que terminó con Su muerte. Lo que el
Hijo dijo está grabado en los Cuatro Evangelios. Los Hebreos con quienes EL habló rechazaron el Reino y crucificaron a su Rey.

POR MEDIO DE AQUELLOS QUE LO ESCUCHARON – Dios continuó
hablando a través de aquellos que habían escuchado al Hijo
(Hebreos 2:3). Los profetas habían hablado “a los padres.” El Hijo había hablado

“a nosotros.” Aquellos que lo habían escuchado “confirmaron” lo que El había dicho
“a nosotros,” e.j. a aquellos
Hebreos a quienes Pablo les escribió. Aquellos no podían ser otros que los Doce.
El ministerio del Señor fue llevado a cabo por ellos después de la Ascensión. Pablo,
después en Hechos, fue uno de quienes había escuchado al Hijo después de la Ascensión. Los Hechos, y las
epístolas del período de Hechos muestran lo que Dios dijo por medio de aquellos que escucharon al Hijo.
El mensaje de Dios por medio de ellos terminó en Hechos 28:30.

POR MEDIO DE PABLO EL PRISIONERO – Después de Hechos, Dios
dejó de hablar a los Hebreos e incluso a los Gentiles ya que ellos estaban asociados con
los Hebreos. El luego habló a los Gentiles por medio de Pablo el prisionero de Jesucristo.
El aprisionamiento de Pablo fue con el propósito de que Dios le hablara a los Gentiles
sin estar en relación con Israel. El propósito eterno de Dios, El Misterio,
fue revelado a Pablo el prisionero y es confirmado en las epístolas de la prisión. La verdad para
hoy en día está ligada al testimonio del prisionero del Señor.

Dios nos habla hoy en día, no de manera audible, sino por medio de palabras sonantes que están en
Efesios, Filipeos, Colosenses, Filemón, I y II de Timoteo y Tito.

 


Véase la Tabla de Puntos Básicos de la Biblia>


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