Algunas personas piensan que porque viven una buena vida y van a la
iglesia todas las semanas serán aceptados por Dios, pero esto es falso.
Podemos lavarnos las manos pero esto no nos limpia por dentro.

El Señor Jesús habló en contra de
la gente religiosa de Su tiempo que pensaron que serían aceptados por
Dios porque pertenecían a una respetada iglesia y cumplían con todo lo
que les decían que hicieran;

Gal 2:16  … sin embargo, sabiendo
que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino mediante
la fe en Cristo Jesús, también nosotros hemos creído en Cristo Jesús,
para que seamos justificados por la fe en Cristo, y no por las obras de
la ley; puesto que por las obras de la ley nadie será justificado

Estas personas se veían bien y
limpios por fuera, pero por dentro ellos no creían en el Hijo de Dios.
Cada uno de nosotros debemos creer en el Hijo de Dios; que murió por
nuestro pecado y pecados. No nos salvamos porque pertenezcamos o
asistamos regularmente a la iglesia.

El hacer buenas obras no nos
evita el castigo de Dios por nuestro pecado y pegados. Dios quiere ante
todo la fe primero, no las acciones externas;

Heb 11:6  … sin fe es imposible
agradar a Dios;, …

Cada uno de nosotros nace con un
pecado innato, y ese pecado que nos lleva a la muerte. Todos necesitamos
ser salvados del pegado y la muerte que trae. La Biblia es muy clara;

Rom 6:23  .. la paga del pecado
es muerte,

El pecado es como una terrible
enfermedad que nos ha sido contagiada desde Adán. El pecado es la raíz
interior que produce el fruto llamado pecados. El pecado trae pecados.
Algunas personas cometen terribles pecados, algunos compete pequeños
pecados, pero el hecho es que todos llevamos el pecado con nosotros lo
que nos lleva a pensar y hacer cosas malas.

Nuestro dios no tolerará nuestro
pecado interior y los pecados que cometemos. Tenemos que ser salvados de
esa raíz debido a los frutos que originan. ¡Alabado sea Dios! Él nos dio
el único remedio.

Dios nos envió a Su amado Hijo a
pagar una pena por la raíz y el fruto. Nuestro Salvador, Jesucristo,
murió y nos salvo de nuestro pecado y nuestros pecados. Mira estos
versos cuidadosamente para que veas lo que cada uno dice;

Joh 1:29  Al día siguiente vio a
Jesús que venía hacia él, y dijo: He ahí el Cordero de Dios que quita el
pecado del mundo.

2Co 5:21  Al que no conoció
pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia
de Dios en El.

1Pe 3:18  Porque también Cristo
murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para
llevarnos a Dios,….

1Cor 15:3  Porque yo os entregué
en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo murió por nuestros
pecados, conforme a las Escrituras;

La Biblia nos dice muy claramente
que nuestro Señor murió por nuestro pecado y nuestros pecados. Cuando
creemos en el Señor Jesús, se nos resuelven estos problemas y somos
liberados;
Rom 6:6  sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con El
, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no
seamos esclavos del pecado;

Eph 1:7  En El (Cristo) tenemos
redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados según las
riquezas de su gracia

Cuando Cristo murió Pablo dice pecado, o “nuestro antiguo ser”, también
murió con El. Dios se encargó de este mal interior en la cruz.
Continuaremos luchando mientras pensamos en cosas malas, pero ahora
podemos decidir no obedecer este mal interior. No tenemos que servir al
pecado más. Ahora podemos servir a Dios y hacer esas cosas buenas que
queremos hacer.

Pero hay algo más. Todos nuestros
pecados han sido perdonados. Efesios 1:7 no dice que seamos perdonados
so seguimos confesando nuestros pecados todas las semanas. No dice que
podamos perder nuestra vida eterna si hacemos cosas malas; en realidad
dice que recibimos el perdón de nuestros pecados. Si Dios dice que
estamos perdonados entonces estamos perdonados, así que creamos que
hemos sido perdonados. Los cristianos nunca sufrirán por su pecado y sus
pecados. Nuestro Señor Cristo sufrió por nuestro pecado y pecados y si
crees en Él estarás salvado de estos problemas.

Esto no quiere decir que podamos
hacer lo que queramos. Porque el hecho que nos perdonen los pecados no
quiere decir que podamos continuar pecando. Debemos vivir para complacer
a Dios;

Gal 5:13  Porque vosotros,
hermanos, a libertad fuisteis llamados; sólo que no uséis la libertad
como pretexto para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.

Pero hay algo más. Cuando creemos
en el Señor Jesús Dios nos da un regalo. Este regalo es la vida eternal.
Lo que Dios nos ha dado Dios no nos lo quita. Tenemos este regalo de
vida eternal porque nuestro pecado y nuestros pecados han sido borrados.
El pecado ha sido destruido y todos nuestros pecados han sido perdonados.
Nunca podremos perder el regalo de Dios de vida eternal, es nuestro en
Cristo.

Joh 3:16  Porque de tal manera
amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que
cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna

Joh 3:36  El que cree en el Hijo
tiene vida eterna;

El versículo de Romanos que
usamos antes puede ahora ser usado completamente, y dice así:

Rom 6:23  Porque la paga del
pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús
Señor nuestro.

Pero hay algo más. Cuando creemos
en el Señor Jesús también estamos protegidos para el día de la redención.
Estamos protegidos por el Espíritu Santo como promesa de esta garantía.
Algo protegido es algo muy seguro, y estamos seguros porque Dios nos ha
protegido. La protección de Dios no puede romperse por nosotros. No
estamos protegidos hasta que cometamos pecados; estamos protegidos hasta
el día de la redención. Esto nos servirá hasta el gran y maravilloso día
en que Dios nos lleve al lugar que Él nos ha prometido.

Eph 1:13  En El (Cristo) también
vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de
vuestra salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en El con el
Espíritu Santo de la promesa,

Eph 1:14 que nos es dado como
garantía de nuestra herencia, con miras a la redención de la posesión
adquirida de Dios , para alabanza de su gloria.

Pero hay algo más. Nuestro
salvador, el Señor Jesucristo, se nos ha presentado santo y sin engaños
y sin imputación a los ojos de Dios. La palabra “santo” en el verso de
abajo significa “la cosa más santa” o “un santo”. Solo Dios hace a Sus
hijos santos y todos nosotros los que creemos en Cristo somos santos.
Hemos sido presentados ante Dios como santos por Cristo. Pablo nos lo
dice muy claramente;

Col 1:21 Y aunque vosotros antes
estabais alejados y erais de ánimo hostil, ocupados en malas obras,

Col 1:22  sin embargo, ahora El
os ha reconciliado en su cuerpo de carne, mediante su muerte, a fin de
presentaros santos, sin mancha e irreprensibles delante de El,

Nadie es un santo por vivir una
vida excepcionalmente. Dios nos dice que nuestro Señor Cristo nos ha
presentado “santos”, es decir, un santo. En Cristo estamos “sin culpa” y
“sin imputación” a los ojos de Dios.
Todos nosotros somos santos. Si Cristo nos ha presentado como santos, ¿cómo
es posible que quienes hemos creído en Cristo seamos enviados al
infierno?

Pero hay algo más. Dios nos ha
hecho merecedores de heredar un maravilloso lugar que ha preparado para
nosotros;

Col 1:12 ….. al Padre que nos
ha capacitado para compartir la herencia de los santos en luz

Ten presente que Dios nos ha
hecho merecedores. Ninguna iglesia, ningún sacerdote, ninguna religión o
ningún trabajo que hagamos nos harán merecedores de nuestra herencia. Ya
nos hemos hecho merecedores por Dios a través de Cristo. Si Dios nos ha
hecho merecedores del futuro, ¿cómo podríamos ser enviados al infierno?
Dios no quiere que vivamos presos del miedo.

Esos hipócritas en la época del
Señor pensaron que podían hacer cosas para estar bien con Dios. Pero las
buenas obras nunca podrán salvarnos y no pueden evitar que seamos
salvados. Dios lo ha hecho todo a través de Cristo. Después de que
creamos en el Señor Jesús, hacemos buenas cosas como Cristianos para
complacer a nuestro Dios quien nos ha salvado y nos ha hecho merecedores.

La maravillosa salvación que ha
proporcionado Dios no está basada en lo que hagamos. Nos fue dada porque
tenemos fe. Creemos en el Señor Jesucristo como nuestro Salvador y
porque creemos en Él todas estas cosas son ahora nuestras, alabado sea
el Señor.

Dios se ha encargado de nuestro
pecado interior por medio de Cristo nuestro Señor y hemos pasado de la
muerte a la vida.

Dios nos ha perdonado todos
nuestros pecados porque Cristo murió por nuestros pecados. Todos
nuestros pecados han sido perdonados; nuestros pecados pasados, nuestros
pecados actuales y nuestros futuros pecados. Hemos recibido el perdón de
los pecados.

Dios nos ha dado Su regalo de
vida eterna. Esta es una promesa de Dios que no puede mentir. Nuestra
vida eterna nunca puede perderse o ser robada.

El Espíritu Santo nos ha protegido en Cristo. Estamos seguros y seguros
hasta el día en que Dios nos lleve a nuestra herencia.

Cristo nuestro Señor nos ha
presentado como limpios santos ante Dios. Esto ha sido realizado por
Cristo.

Dios nos ha hecho merecedores de
la futura herencia que Él tiene preparada para nosotros. Estaremos allí
el día que Dios decida.

Ya que recibimos estas promesas
de Dios por Su Palabra, ¿cómo es que algunos dicen que los Cristianos
pueden ir al infierno? ¿Qué es el infierno al fin de cuentas?

Muy pocas iglesias enseñan que
hay tres palabras diferentes en los manuscritos originales del Nuevo
Testamento que han sido traducidas como “infierno”. He aquí esas tres
palabras originales y sus definiciones;

1.         “Gehenna”. Este es un
valle en la tierra, no es un lugar bajo tierra. Mateo. 5:22, 29, 30.

2.         “Hades”. Esta es la
tumba, un lugar de enterramiento. 1Cor.15:55 (tumba), Rev.20:14.

3.         “Tartaroo”. Este es un
lugar en donde los ángeles caídos son mantenidos hasta el día del juicio.
2Pedro2:4

La palabra purgatorio no existe
en la Bibliade uso general entre cristianos. La biblia nos dice muy
claramente qué sucede cuando morimos y no vamos al purgatorio.

No hay ningún infierno bajo la
tierra en donde haya llamas que atormente aquellos que no han creído en
cristo. Entonces, ¿cuál es el “infierno” del que el Señor Jesús habló?

Cuando el Salvador hablaba a los
niños de Israel (Romanos 15:8) les advirtió sobre el “infierno” y se
refería a Gehenna. Gehenna es la palabra griega en los manuscritos que
fue traducida como infierno.

Este infierno o Gehenna, es un
valle cerca de Jerusalén. Es le valle de Hinnom. Puedes ir y visitarlo
hoy en día; es muy visible, sobre la tierra y localizado en Israel.

Cuando el Señor regrese al reino
sobre la tierra en el futuro, este valle será un llameante basurero.
Aquellos que pecan contra el señor, en ese momento futuro, perderán su
vida y sus cadavers serán arrojados al “infierno” o Gehenna.

Isa 66:23  Y sucederá que de luna
nueva en luna nueva y de día de reposo en día de reposo, todo mortal
vendrá a postrarse delante de mí—dice el SEÑOR.

Isa 66:24 Y cuando salgan, verán
los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su
gusano no morirá, ni su fuego se apagará, y serán el horror de toda la
humanidad.

A muchos Cristianos les enseñan
que el infierno es un lugar llameante bajo la tierra, lo cual no es
cierto. El “infierno” del que el Señor habló es un valle en Israel. La
enseñanza del señor sobre el infierno se limita a la nación de Israel.

Ningún Cristiano será enviado al
“infierno” después de muerto. Si has creído en el Señor Jesús nunca
serás enviado al “infierno” sin importar qué pecados puedas cometer.
Todos nosotros seremos resucitados el día del juicio. Podemos perder
nuestra recompenza en el día del juicio, pero Dios nos ha prometido el
regalo de vida eterna.

Pablo nos dice que demos gracias
a Dios por razones muy especiales:

Col 1:12  dando gracias al Padre
que nos ha capacitado para compartir la herencia de los santos en luz.

Col 1:13  Porque El nos libró del
dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de su Hijo amado,

Col 1:14  en quien tenemos
redención: el perdón de los pecados.

La salvación que nuestro Dios nos
ha dado por medio de Su Hijo es rica y gratis. Es nuestra porque tenemos
fe en nuestro Señor Cristo.

Eph 2:8  Porque por gracia habéis
sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don
de Dios;

Eph 2:9  no por obras, para que
nadie se gloríe.

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