Brian Kelson


Una nueva lectora
escribió el siguiente comentario cuando se inscribió en nuestra
lista de email de estudio de la Biblia:


“Simplemente
quiero poder entender la palabra de Dios, muchos de nosotros podemos y eso es
lo que hace que muchos de nosotros no leamos sus palabras.”


 
Para mí
este es el sufrimiento de muchos creyentes hoy en día.


 Podemos ir a esta
congregación o esa otra congregación y escuchar muchas interpretaciones diferentes de
la Palabra de Dios y al final algunos de nosotros nos ofuscamos por no haber llegado a
entenderla.


 Pero hay ayudas
a la mano de parte de la misma Biblia.  Existen formas por medio de las cuales la Palabra de Dios
se hace comprensible. Los medios para entenderla no se encuentran en ningún
sistema de denominaciones o escuela de teología. Puede que nos guste concurrir con
esta u otra denominación, pero después de 30 años de estudio personal de la Biblia conozco la
respuesta más simple; y la respuesta más simple se encuentra en la aplicación de las
reglas del estudio de la Biblia que se encuentran en la Biblia.


 


Primero que todo
debemos aceptar el hecho de que las Palabras de Dios son puras.


 



Salmos 12:6
 
Las palabras del SEÑOR
son
palabras puras,
como
plata probada en un crisol en la tierra, siete veces refinada.



Salmos 12:7
 
Tú, SEÑOR, los guardarás; de esta generación los preservarás para siempre.


 


Es de notar,
PALABRAS. ¿Cómo puede ser la Palabra de Dios pura si las palabras usadas por el Espíritu Santo
no son puras? No hay errores en la Palabra de Dios, cada palabra es pura.


 


Debemos
honrar las Palabras de Dios tanto como Dios las honra, y ¿qué tanto honra Dios sus propias palabras? Lean la siguiente frase:



Salmo 138:2
 
Me postraré hacia tu santo templo, y daré gracias a tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; porque has engrandecido tu palabra conforme a todo tu nombre.


 


Las Palabras de Dios son
puras, El ha magnificado Su Palabra por encima de Su nombre, y honrará Su
Palabra y se regocijará en la luz maravillosa y la vida que Esta trae.


 


Para reglas más específicas hacemos bien al volvernos a Pablo quien es el apóstol para nosotros los Gentiles
(Roms.11:13, Gal.2:7-8, 1 Tim. 2:7) y he aquí esos principios de estudio de la Biblia
que deberíamos aplicar.


 



2Ti 2:15
 
Procura
con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad.


 


Noten que DEBEMOS
estudiar la Palabra de Dios nosotros mismos. Es decir, somos responsables de nuestro propio
entendimiento de las Palabras y la Palabra de Dios. Las palabras “USTED MISMO” son muy claras ¿cierto?
Cuando todos nosotros estemos ante Dios en el día del juicio, nadie más estará allí con nosotros
Espero que nadie en esta lista diga en ese día, “Oh
Señor, esta “iglesia” me enseñó esto, y esa “iglesia” me enseñó aquello y estaba tan confundido(a)”.
No, debemos ser muy diligentes de mostrarnos a nosotros mismos la aprobación.
Entender la Palabra de Dios quiere decir diligencia, fervorosa aplicación.


 


Debemos dividir
correctamente la Palabra de Dios. Recuerden, esto fue escrito antes de que Pablo
le dijera a Timoteo que;



2Ti 3:16
 
Toda Escritura
es

inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia,



2Ti 3:17
 
a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra.


 


Todos saben
que la Palabra de Dios es inspirada y beneficiosa, pero ¿cuántos conocen la regla del
estudio de la Biblia que estaba un capítulo antes y que dice que debemos “dividir correctamente
la palabra de Verdad”?


 


¿Entonces qué es
una división correcta? Simplemente, quiere decir que debemos dividirla correctamente. Esto no quiere
decir que dividimos para descartar; no, toda la Palabra de Dios es provechosa para nosotros.
Ninguna parte de la Palabra de Dios debe ser rechazada. PERO,
no toda la Biblia trata sobre nosotros
.


 


Muchos creyentes
piensan que sólo porque hay páginas en blanco entre Malaquías y
Mateo el Viejo Testamento es para los Judíos y el Nuevo Testamento es para
“la iglesia”, pero no todo el Nuevo Testamento trata sobre nosotros tampoco.


 


He aquí una
simple analogía de división correcta. Espero que le ayude a entender este importante
principio del estudio de la Biblia.


 


Si tuviéramos una
canasta de fruta inmensa y nos pidieran que la dividiéramos correctamente, nosotros agruparíamos las
manzanas con las manzanas, y las naranjas con las naranjas, etc., etc., hasta que todas las frutas diferentes sean separadas. La canasta estaba formada por fruta
pero no todas las frutas son iguales. Nos daremos cuenta que hay algunas cosas
en común entre todas las frutas. El mismo color de cáscara, cáscara similar,
semillas parecidas adentro. La división correcta es como esta separación de la fruta,
separa verdad de verdad de dentro de la Palabra de Dios. Nosotros no rechazamos ninguna parte
de la verdad, pero dividimos la Palabra de Dios. Algunas verdades aplican a todos,
como los factores comunes de la fruta. Hay verdades de la Palabra de Dios que
podríamos decir que son universales, estas aplican a todas las personas en todas las épocas como la fe
y el amor pero algunas cosas no son universales. Ciertamente se han hecho promesas a
individuos o grupos en particular. Debemos ser cuidadosos con la Palabra de Dios; debemos
dividirla correctamente.


 


Una forma muy segura
para empezar a aplicar esta regla es preguntarnos a nosotros mismos las siguientes preguntas
cuando examinemos cualquier verso o pasaje de la Biblia. ¿Cuándo fue escrito? ¿A quién se le escribió?
¿Qué viene antes? ¿Qué viene después? ¿Habla sobre mí? ¿Estoy incluido(a)?
Todas estas simples preguntas son muy útiles. Este es el comienzo de
la división correcta. Muchos fallan al no seguir este simple procedimiento y como resultado
abunda mucha confusión.


 


He aquí
otra regla del estudio de la Biblia de nuestro Apóstol Pablo y en efecto este se refiere
a dónde podemos dividir correctamente la Palabra de Verdad:



Filip 1:9  Y esto pido en oración: que vuestro amor abunde aún más y más en conocimiento verdadero y en todo discernimiento;



Filip 1:10  a fin de que escojáis lo mejor, para que seáis puros e irreprensibles para el día de Cristo;



Filip 1:11  llenos del fruto de justicia que es por medio de Jesucristo, para la gloria y alabanza de Dios.


 


Pablo reza para que nuestro amor
abunde en TOTAL conocimiento y en TODA percepción. ¿Pablo hizo un rezo imposible
para nosotros? No lo creo. Aquellos que sinceramente quieren conocer la Palabra de Dios
la leerán y la estudiarán y al hacerlo empezarán a darse cuenta de las cosas que difieren
y que debemos “distinguir entre (esas) cosas que difieren”. Debemos analizar las diferentes cosas dentro de la palabra de Dios.


 


Existen diferentes
frutas en la canasta, verdades, promesas que son diferentes en la Palabra de Dios.
Algunas promesas fueron promesas a Israel, algunas promesas fueron hechas a la Iglesia que es Su Cuerpo.
Necesitamos saber qué promesas se nos hacen hoy. Si clamamos por promesas hechas a Israel entonces
no estamos clamando por nada.
Podemos clamar por las promesas de Dios en la medida que nos apliquen,
pero si las promesas nunca nos las hicieron a nosotros entonces no podemos observar
equivocadamente la Palabra dividida de Verdad como un trabajador avergonzado.


 


Analicemos
las cosas que difieren de los dos pasajes de abajo.  He elegido en Nuevo Testamento
porque muchos creyentes creen que todo el Nuevo Testamento está
escrito para nosotros y sobre nosotros.


 


Piense en esto,
quiero decir, piense detenidamente en esto por favor.



Mateo 5:5
 
Bienaventurados
son
los humildes, pues ellos heredarán la tierra.


 


El Señor hizo esta promesa,
los humildes heredarán la TIERRA.  Pero recuerde esas preguntas arriba. ¿Cuándo se escribió este
pasaje de la Palabra de Dios? ¿A quién se dirigía? ¿Qué hay antes? ¿Qué hay después? ¿Habla de nosotros? ¿Estamos incluidos?


 


Muchos grupos religiosos
nos enseñan que nosotros vamos a ir al cielo, entonces ¿cometió un error el Señor?
Tenemos que leerlo como Cielo en vez de TIERRA? Yo creía que todas las palabras de Dios
eran puras, entonces ¿por qué se usó “tierra” si se debió usar “cielo”
de acuerdo a la mayoría de las enseñanzas? No, las Palabras son puras, y debemos aceptar que
están escritas para nuestra enseñanza. El Señor no le estaba hablando a usted o a mi hoy en día
cuando El dijo “los humildes heredarán la tierra”. El estaba hablándoles a los
Israelitas en ese momento.


 


Entonces ¿dónde está
lo que nos corresponde, nuestra herencia?


 


He aquí una herencia
que Abraham nunca conoció, y quiero que usted entienda realmente que esta le corresponde:



Efes 1:11
 
también hemos obtenido herencia, habiendo sido predestinados según el propósito de aquel que obra todas las cosas conforme al consejo de su voluntad,


 


Y ¿en dónde está esta herencia?


Seremos bendecidos
con nuestra herencia, tal como Israel será bendecido con la suya. Aquí
es en donde nuestras bendiciones están;



Efes 1:3
 
Bendito
sea
el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,


 


Nuestra herencia
está “en los cielos”. NO en la tierra. Piense en este pasaje:



Col 3:1
 
Si habéis, pues, resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a
la
diestra de Dios.



Col 3:2
 
Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.


 


La versión ISV
lo presenta de esta forma:



Col 3:1
 
Por lo tanto, si has sido resucitado con Cristo, observa las cosas que
están arriba, en donde Cristo está sentado a la diestra de Dios.


 


He aquí una herencia
para usted y para mi escrita por nuestro Apóstol y no es la tierra. Pero eso no quiere decir que la promesa que El Señor hizo a aquellos Judíos
hace tanto tiempo en la época del evangelio no se cumplirá. Aquellos que respondieron al Señor
y buscaron la humildad en efecto “heredarán la tierra”, pero usted y yo no
heredaremos la tierra. ¿Ve la diferencia? Hemos obedecido la regla de Dios y hemos probado,
o analizado las cosas que difieren. Estamos aprendiendo qué está escrito para o sobre nosotros.


 


He aquí otra
regla que también muestra la técnica de analizar las cosas que difieren.
Por favor lea la última parte de 1Cor.2:13 cuidadosamente:



1Co 2:12
 
Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente,



1Co 2:13
 
de lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las enseñadas por
el
Espíritu, combinando pensamientos espirituales con palabras espirituales.


 


Debemos
“comparar espiritual con espiritual”.  Debemos analizar las cosas que difieren, debemos
dividir correctamente la Palabra de Verdad. Estas no son opciones como he dicho
antes, estas son reglas que debemos aplicar si queremos ser “sinceros sin ofender”.

Grabaciones útiles por Charles Welch



W315 – Unidad de la Palabra
W316 – Pruebe las cosas diferentes
W317 – Justa División
W318 – Verdad de Administración



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